viernes, 1 de octubre de 2010

De Vallvidrera al Tibidabo por la Budellera

Tomando como base la excursión propuesta en el blog de Elvis y Nico, el pasado día 25 de septiembre sustituimos la salida prevista inicialmente en las cercanías de Solsona por una mucho más próxima a Barcelona: una ruta senderista por Vallvidrera y el Tibidabo.

En la ruta que comentamos, nuestro punto de salida fue el mercado de este barrio barcelonés. A su izquierda parte una calle con pendiente que nos lleva a la pista que seguimos. El primer punto de interés al que llegamos fue el antiguo pantano de Vallvidrera, que rodeamos en su totalidad para volver a la pista y bajar por un tramo escalonado. Como curiosidad, destaca que al acabar nos encontramos con la mina Grott, es decir: el túnel del primer tren eléctrico que hubo en España, que actualmente alberga conducciones de agua entre Barcelona y su área metropolitana.

Entramos al pequeño barrio de Mas Sauró y llegamos a un parque en el que tuvimos que girar hacia la izquierda para coger la pista que nos llevó junto a la antigua iglesia de Santa María de Vallvidrera y, un poco más allá, al área de ocio homónima. Desde este punto cruzamos la carretera buscando Vila Joana y el Centro de Información del Parc de Collserola. El primer edificio es conocido por ser la residencia donde pasó sus últimos años el famoso poeta catalán Jacint Verdaguer, y actualmente alberga una pequeña exposición gratuita.

En los alrededores nacen los itinerarios de la Budellera, que conducen a una fuente en un recinto ajardinado. Un camino agradable, con alguna subida un poco larga, nos condujo junto al Revolt de les Monges hasta el área de la fuente. De allí seguimos andando para entrar en el área urbana de Vallvidrera, donde fuimos a buscar rápidamente la carretera hacia el Tibidabo. Cogimos el nuevo arcén protegido para peatones y ciclistas, desde donde se pueden contemplar unas fantásticas vistas de Barcelona, hasta llegar al empalme de la Torre de Collserola. De allí sólo tuvimos que seguir la cuesta hasta llegar al parque de atracciones del Tibidabo y su entorno, donde recordamos viejos tiempos y los más peques disfrutaron de alguna atracción. A la vuelta pasamos junto al mirador de la Torre de Collserola hasta coger el corto sendero hasta la entrada de Vallvidrera. De allí sólo tuvimos seguir en sentido contrario y descendiendo la carretera del Tibidabo, hasta llegar tras un agradable paseo a las inmediaciones del mercado, donde estaban aparcados nuestros coches.

Se trata de una excursión sorprendente por tratarse de un recorrido por una gran ciudad como Barcelona, agradable por la poca dureza del trayecto y espectacular por alguna de sus vistas. Por cierto, al final comentábamos que se nos había hecho corta (a pesar de que Elvis y Nico hablan de 8'75 km).